¡YA ESTÁ AQUÍ LA VUELTA A CLASE!.

Ya se acaban las vacaciones.
El próximo lunes toca enfrentarnos a un nuevo curso que se presenta duro, muy duro.
Mi clase se convertirá en la ya famosa "clase de 2ºA" que este año será muy numerosa (creo que llegaremos a los treinta alumnos/as y esperemos que nos quedemos ahí). A pesar de las dificultades, intentaré desarrollar mi trabajo como siempre lo he hecho: Con ilusión, entusiasmo y poniéndole muchas ganas, aunque estoy convencida que el ambiente que se respira en el colegio en el que trabajo, no es el más propicio para ello, pues la apatía, el desánimo, el aburrimiento y la envidia están a la orden del día. Lo que tengo muy claro es que me dedicaré en exclusiva a "mis niños" que son los verdaderos protagonistas y es la única razón por la que tenemos que luchar en nuestras aulas.

Este verano ha sido estupendo. Me he dedicado a las cosas que me gustan, he disfrutado de unos días de vacaciones en un lugar paradisíaco, he asistido al concierto de Miguel Bosé en un enclave "mágico" (incluso tuvimos Luna Llena) y, como era de esperar, "nuestro prìncipe sereno" se superó y se reinventó una vez más.

También he dedicado mucho tiempo a mis amigos ( los tenía un poco abandonados) y, sobre todo, he tenido tiempo para pensar, reflexionar y tomar decisiones que me gustaría llevar a cabo en su momento oportuno.
Lo cierto es que estos dos meses han dado mucho de sí, hasta he recibido "una herencia". Un buen amigo, librero desde hace más de veinte años, ha tenido que cerrar su negocio por circunstancias adversas. Cuando me lo dijo, me quedé de piedra, pero como dice el refrán "no hay mal que por bien no venga". Cuando me dio la noticia, añadió que me nombraba "única heredera" de todos los libros que aún contenían las estanterías de su librería. Yo no me lo creía, pero acepté sin reparos. Sólo le pregunté: ¿Por qué?. Él me contestó emocionado: "Porque siempre te has portado muy bien conmigo y con mi negocio. Estos libros no podrían estar en mejores manos". La semana pasada recogí los últimos "tesoros". Ya me considero millonaria. Algunos se los he regalado a mis sobrinos, yo me he quedado con algunos, pero la mayoría de ellos irán destinados a la biblioteca de aula. Sé que "mis niños" se van a poner muy contentos y les hará mucha ilusión ver cómo poco a  poco se va "poblando" nuestro rincón favorito.

Esto me hizo pensar que el próximo curso voy a dar a la biblioteca de clase el protagonismo que merece. En ella tenemos reservado un lugar privilegiado al libro "Leer, ¡qué gran aventura!". Puesto que se lo ha ganado a pulso por la gran aceptación que ha tenido, tiene y seguirá teniendo entre todo tipo de lectores. Tendremos que hacerle algún homenaje. ¡Ya se nos ocurrirá algo! ¡A ver cómo sale!. Ya sé cómo empezar....el resto lo marcará "mis niños". Siempre lo hacen y me sorprenden.
Os deseo a todos "los/as maestros/as de corazón" un buen principio de curso y que durante estos nueve meses, podamos  hacer realidad, al menos, uno de nuestros sueños. Yo, al menos, lo voy a intentar.