sábado, 28 de mayo de 2011

Reflexiones de la seño.

Llevo varias semanas lamentándome de que mis alumnos/as hablan mucho, que parece que no atienden, que están muy inquietos, que no rinden como semanas atrás...... Debo decir que yo estoy algo "estresada y agobiada" por lo corto que es el trimestre , por todos los "contenidos" que aún nos quedan por dar y por otras razones..... Creo que me centrado demasiado en enseñarles "sinónimos, palabras compuestas, multiplicación, restas con llevadas, etc......" y he dejado de lado todo aquello con lo que ellos/as  aprenden y disfrutan de verdad. No les he escuchado como debiera, me han seguido propiendo cosas (muchas e interesantes), pero yo he estado muy ocupada impartiendo los conocimientos que debo "enseñar" antes de acabar el curso. Pero como siempre ocurre en mi clase........mis alumnos/as me han hecho ver que debemos  retomar nuestra particular forma de aprender. La pasada semana, gracias a la narración en clase del cuento "El pez Arcoiris", hicimos actividades muy atractivas para todos. Estaban entusiasmados y se lo pasaban bien. Después de secuenciar el cuento e ilustrarlo, de hacer un mural que sólo nos falta montar, ellos me dijeron que qerían realizar una ilustración sobre la historia completa del pez Arcoiris. No pudieron acabarlo ese mismo día, pero me traje a casa sus trabajos y.....¡CÓMO ME SORPRENDIERON!. No sólo son dibujos. Han realizado una tarea en la que demuestran todo, absolutamente todo lo que hemos intentado enseñarles durante todo el curso: Cómics con una ortografía y expresión escrita casi perfectas, conclusiones y argumentos sobre el comportamiento de los personajes del cuento y la comparación con su vida diaria,  hasta aplicaciones matemáticas con el número de escamas de los peces..........y sus opiniones personales sobre la historia.¡Me han dado una buena lección!. Ellos/as hablan y mucho, sí es cierto, pero también escuchan y aprenden.Siguen siendo "esponjitas". Todo esto me ha hecho reflexionar y decidir que debo volver a tener la actitud que siempre he tenido con ellos: Escuchar sus propuestas (muy buenas casi siempre), ayudarles a llevarlas a cabo, enriquecérselas, si puedo............y olvidarme un poco  de "la programación". El trabajo  sobre la historia de Marcus Pfister aún no ha terminado.....el lunes continuamos .....y, cuando todo esté acabado, os lo enseñaré desde nuestro blog.
¡¡¡¡¡GRACIAS!!!!!!.

jueves, 26 de mayo de 2011

Vídeo de "El pez Arcoiris".

"El pez Arcoiris" de Marcus Pfister. Editorial Beascoa.

Esta semana, nuestro "Cuentacuentos" nos ha narrado la historia de "El pez Arcoiris". Es el pez más guapo del océano porque tiene unas escamas preciosas de mil colores. Pero a pesar de su belleza, se siente muy solo. ¿Queréis saber por qué los demás peces no quieren jugar con él?. Nosotros ya lo sabemos, ahora os toca leer el cuento a todos los que tengáis curiosidad por conocer la historia completa.
Nuestro "pez Arcoiris" es un pez muy especial. No tiene escamas plateadas y brillantes para regalar, pero sí nos dio caramelos. GRACIAS.

lunes, 2 de mayo de 2011

EDUCAR CON CO-RAZÓN.

EDUCAR CON CO-RAZÓN, José María Toro from Bivium Comunicación on Vimeo.

"El dedo corazón".



En el libro de M.A. Santos Guerra titulado "La pedagogía contra Frankestein y otros textos frente al desaliento educativo", aparece un artículo titulado "El dedo corazón", y nos encontramos con esta cita del libro "Para educar en valores" de Antonio Pérez Esclarín.

Merece la pena:

"Un profesor universitario envió a sus alumnos de Sociología a las villas miseria de Baltimore para estudiar doscientos casos de varones adolescentes en situación de riesgo. Les pidió que escribieran una evaluación del futuro de cada muchacho. En todos los casos, los investigadores escribieron: “No tiene ninguna posibilidad de éxito”.

Veinticinco años más tarde, otro profesor de sociología encontró el estudio anterior y decidió continuarlo. Para ello, envió a sus alumnos a que investigaran qué había sido de la vida de aquellos muchachos que, veinticinco años antes, parecían tener tan pocas posibilidades de éxito. Exceptuando a veinte de ellos, que se habían ido de allí o habían muerto, los estudiantes descubrieron que casi todos los restantes habían logrado un éxito más que mediano como abogados, médicos y hombres de negocios.

El profesor se quedó pasmado y decidió seguir adelante con la investigación. Afortunadamente, no le costó mucho localizar a los investigados y pudo hablar con cada uno de ellos.

-¿Cómo explica usted su éxito? –les fue preguntando.

En todos los casos, la respuesta, cargada de sentimientos, fue:

-Hubo una maestra especial...

La maestra todavía vivía, de modo que la buscó y le preguntó a la anciana, aunque todavía lúcida mujer, qué fórmula mágica había usado para que esos muchachos hubieran superado la situación tan problemática en que vivían y triunfaran en la vida.

Los ojos de la maestra brillaron y sus labios esbozaron una grata sonrisa:

-En realidad, es muy simple – dijo-. Todos esos muchachos eran extraordinarios, Los quería mucho.

domingo, 1 de mayo de 2011

LOS DONES DE LOS CUENTOS.





"Érase una vez..." Sólo la lectura o mención de esta frase es capaz de evocar en casi todos nosotros un caudal de sensaciones y recuerdos capaces, por sí mismos, de trasladarnos a ese maravilloso mundo mítico donde habitan dragones y bellas princesas, lobos feroces y castillos encantados, héroes magníficos y brujas perversas, bosques mágicos y hadas envueltas en luces de colores. Pero, ¿son los cuentos algo más que inocentes fantasías destinadas a entretener niños? La respuesta es sí: el cuento es un espejo mágico en el que se nos invita a penetrar para reconocernos.

¿Qué les dan los cuentos a los niños que tanto les atraen?

Son una necesidad vital, como la comida. Se dirigen al oído emocional del niño, su oído más fino. Los cuentos forman un mapa emocional de la información para cubrir necesidades, si yo doy al niño cuentos de alegría, de amor, de aventuras, él lo registra en su mundo emocional y cubre las necesidades emocionales que tenga en ese momento.

El cuento de noche para niños es un pasaporte imprescindible al país del sueño.
Cuando leemos un cuento a un niño regalamos mucho más que tiempo y palabras. Los cuentos siempre son de hadas, aunque ellas no aparezcan en la historia, llevan parte de sus dones:


Don del afecto: Te cuento este cuento, porque te quiero. El solo hecho de contar el cuento es ya sinónimo de afecto, de apoyo y, al mismo tiempo de alimento a la permanente necesidad afectiva que tenemos los seres humanos. Sentirse querido da más fuerza que ser fuerte.
Si nuestro hijo se siente querido, querrá jugar, conocer y descubrir el mundo, se sentirá más seguro, desarrollando su capaidad intelectual, creatividad, autoestima... Por eso las palabras de los cuentos, para que sean importantes para nuestros hijos, tienen que ser afectivas.

Don del Acercamiento a la Realidad: Los cuentos son la forma de contar la Verdad de otra manera; una manera que parece mentira pero no lo es. ¿Nadie se ha dado cuenta que si los cuentos fuesen mentiras, los niños serían los primeros en rechazarlos? Saben que la historia puede no ser cierta pero lo que ellos sienten al escucharla es real. Independientemente de donde transcurra la historia del cuento, si los personajes son pájaros que hablan, o la acción transcurre en un planeta inexistente, lo que les importa realmente a los niños es la Verdad de la que está impregnada esa historia. Hay que enseñar a nuestros hijos Verdades, aunque en pequeñas dosis, sabiendo ajustar nuestro lenguaje. A través del cuento, el niño comprende las tramas de la vida real, ya que en los cuentos, fundamentalmente, se utiliza un lenguaje ajustado a sus intereses, necesidades, etc. Para los niños es muy difícil descifrar algunas situaciones familiares. Por ello, el cuento se puede convertir en el mejor intermediario para interpretarlas.

Don de la Fuga: Los cuentos les permiten a los niños liberarse de la tensión de la realidad. ¿Cuántas veces pronunciamos la palabra no a nuestros niños? ¿O cuántas veces los recriminamos sin darnos cuenta de ello? Como paliativo, vaya la lectura de un cuento, y si es de risa y humor, mucho mejor. Nada como la droga natural de la alegría para que el niño “se fugue”, del estrés de la vida cotidiana. Proporcionamos alas a nuestros hijos, a través del cuento, permitiéndoles viajar a mundos desconocidos, y a la vez, escaparse de aquello que les angustia.

Don del consuelo: Se cuentan los cuentos para dormir el miedo, para calmarlo. El lenguaje de los cuentos es un masaje aliviador, toda vez que el lenguaje es una piel: “Yo acaricio mi lenguaje con otros”. Para que el don del consuelo haga efecto, se necesita dedicar tiempo y constancia a la lectura de cuentos.

Don del alivio: Los cuentos son un masaje aliviador y un espejo en el cual los niños pueden entenderse a sí mismos, por eso tienen que tener un final con una opción de esperanza.

Don de la Identificación: - Niñas y niños se ven reflejados en los cuentos como si estuvieran viéndose en un espejo. Ven como otros están pasando las mismas situaciones y se identifican con ellos: "Este personaje tiene miedo, cree que no va a poder salvarse, igual que tú. Pero mira, él ha conseguido salvarse, igual que lo puedes conseguir Tú". El niño no escoge al personaje por su heroicismo, sino por la mayor o menor identificación del mismo.

Don del Deseo de leer más: Si a los niños les ofrecemos cuentos que les fascinen, desearán seguir leyendo cuando aprendan a leer, porque han comprobado por ellos mismos que en los libros hay todo tipo de historias apasionantes.

Don del Conocimiento y de la Imaginación: - Los cuentos no sólo dan respuestas a las necesidades de los niños sino que también les suscitan todo tipo de preguntas. Las preguntas son la base para incitar a los niños a descubrir nuevos conocimientos, a construir su inteligencia. Por otra parte, los cuentos también desarrollan la imaginación, capacidad sin la que los hombres no hubiesen salido de su estado animal. Todo lo que nos rodea ha sido creado por el hombre, y a diferencia del mundo natural, el de la cultura es producto de la imaginación.
 
 
Paco Abril es escritor, cuentacuentos; creador y director del suplemento infantil La Oreja Verde y Director de Programas Educativos de la Fundación Municipal de Cultura, Educación y Universidad Popular del Ayuntamiento de Gijón

Nuestros dibujos del cuento "Doña Desastre".



Este dibujo es de Salma A.






Este dibujo es de Mariam.



Así ve Hayar a Doña Desastre: